El pastel de rebozuelos y puerros es una receta reconfortante, perfecta para disfrutar en cualquier época del año, especialmente cuando estos ingredientes están en su mejor momento. Los rebozuelos, con su textura carnosa y sabor ligeramente afrutado, se combinan de manera excelente con el sabor suave y dulce de los puerros. Juntos, estos ingredientes crean un relleno cremoso y sabroso que se envuelve en una masa dorada y crujiente.
Este pastel es ideal para una comida familiar, una cena entre amigos o incluso como plato principal en una reunión. Es fácil de preparar y resulta en un plato lleno de sabores profundos y naturales que deleitarán a todos.
Para 4-6 personas, necesitarás:
En un bol grande, mezcla la harina con una pizca de sal. Añade la mantequilla cortada en trozos pequeños y amasa con las manos hasta obtener una mezcla arenosa. Añade el huevo y el agua fría poco a poco, amasando hasta formar una bola de masa homogénea. Cubre la masa con film transparente y déjala reposar en el frigorífico durante al menos 30 minutos.
Precalienta el horno a 180°C. Una vez que la masa haya reposado, extiéndela sobre una superficie ligeramente enharinada con la ayuda de un rodillo. Coloca la masa en un molde para tartas previamente engrasado. Pincha la base de la masa con un tenedor y hornéala durante 10 minutos a ciegas (puedes cubrirla con papel de horno y añadir peso, como garbanzos secos). Luego, retira el peso y hornea 5 minutos más hasta que esté ligeramente dorada.
Limpia los rebozuelos con cuidado utilizando un paño húmedo para eliminar cualquier resto de tierra. Corta los más grandes en trozos, dejando los pequeños enteros. Los rebozuelos tienen una textura delicada, por lo que es importante no mojarlos demasiado.
Lava los puerros y corta la parte blanca y verde clara en rodajas finas. En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio y añade los puerros. Cocina durante 5-7 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que los puerros estén tiernos y ligeramente dorados.
En la misma sartén, añade los rebozuelos y cocínalos durante otros 5-7 minutos hasta que suelten su agua y se doren ligeramente. Una vez cocidos, retira la sartén del fuego y deja que los ingredientes se enfríen un poco.
En un bol aparte, bate los huevos con la nata para cocinar. Añade una pizca de sal, pimienta al gusto y mezcla bien. Incorpora los puerros y los rebozuelos cocidos a esta mezcla.
Vierte la mezcla de puerros y rebozuelos en la base de la masa precocida. Reparte el relleno de manera uniforme y hornea el pastel durante 30-35 minutos, o hasta que el relleno esté cuajado y la superficie dorada.
Una vez horneado, deja enfriar el pastel unos minutos antes de desmoldarlo. Decóralo con un poco de perejil fresco picado por encima para darle un toque de color y frescura. Sirve caliente, acompañado de una ensalada verde o como plato principal.
Si no tienes rebozuelos frescos, puedes sustituirlos por otras setas como champiñones o shiitake. Sin embargo, ten en cuenta que cada seta tiene una textura y sabor diferente, por lo que el resultado final variará.
Para darle un toque más especial a la masa, puedes añadirle hierbas aromáticas como tomillo o romero finamente picados. Esto aportará un sabor más complejo al pastel y complementará muy bien el relleno de setas.
Esta receta es naturalmente vegetariana, pero si deseas darle un toque extra, puedes añadir queso rallado como parmesano o gruyère en la mezcla del relleno. El queso aportará una textura cremosa y un sabor más profundo.
El pastel de rebozuelos y puerros se conserva bien en el refrigerador durante 2-3 días. Simplemente caliéntalo en el horno o en el microondas antes de servir. También es una excelente opción para llevar en una comida al aire libre o picnic.
Este pastel de rebozuelos y puerros es perfecto para cualquier ocasión. Su preparación es sencilla y el resultado es un plato elegante, ideal para una cena familiar, una comida especial o incluso como plato principal en una celebración. Los sabores terrosos y ligeramente dulces de los puerros y rebozuelos crean una armonía perfecta que hará que todos los comensales queden encantados.
Además, al ser un plato versátil, puedes adaptarlo según la temporada y los ingredientes disponibles, lo que lo convierte en una excelente opción durante todo el año. La combinación de texturas entre la masa crujiente y el relleno cremoso es lo que realmente eleva este pastel a otro nivel.
Este pastel de rebozuelos y puerros es una muestra de cómo la cocina puede ser sencilla y sofisticada al mismo tiempo. Es una receta ideal para quienes buscan sorprender a sus invitados con un plato sabroso y original. La mezcla de sabores frescos y terrosos, junto con la textura crujiente de la masa, hacen de este pastel una opción inolvidable. ¡Anímate a probarlo y disfruta de una experiencia culinaria única!
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